martes, 16 de septiembre de 2014

Un invierno sin sol



Yo amé, con perdón.

Amé por encima de todas las cosas, que es,
permítanme que les diga,
de la única forma en que se puede amar.

Yo viví
en un cálido regazo del amor,
protegido bajo su techo,
comiendo de su misma mano,
aprendiendo el fuego hasta verlo arder,
hasta quemarnos.
Compartí su sudor
y ascendí en su alegría de peldaño en peldaño.
Es decir: de dos en dos.

¿Sabéis qué?
Yo tampoco creía en la magia hasta que la vi.
A ella.
Irradiándola, desprendiéndola,
descontrolando el tiempo
y cargándose con un gesto cualquier rutina impuesta,
criando una primavera en cada estación.

Solo querría decirles eso.
Decirles: yo tuve un reino y lo llamé hogar.
Y fue tan inmenso como el más pequeño de los detalles.
Una puta barbaridad.
Así debía de ser mi cuento.

Sin embargo, escribo desde el dolor aquel
en que solíamos gritar que todo acaba mal
porque si no, no acabaría.

Así fue
que todo se llenó de distancia
y de sangre,
todo se ensució de grietas y pudriéndo-
se pasó como una enfermedad
por delante nuestro,
un olvido por encima de nosotros
paseándose
jodiéndonos,
diciéndonos adiós,
a dios reclamadle.

Estas son mis ruinas y esta es mi voz.
Un paseo con vistas a los escombros.
Si veis al amor por ahí, solo decidle que lo siento.
Que el frío se ha hecho ciudad
y yo, solo, he aprendido a quemarme.
Que la poesía pague los destrozos
y su recuerdo sea mi única migaja de calor.
Esta es la historia de un derrumbamiento.
El infierno hecho paisaje.
Mi baile nupcial sobre el lodo.
Un invierno sin sol.


Escandar Algeet

lunes, 23 de junio de 2014



Ponte el moño apretao' sirena,
que se joda el viento, 
rompe las horquillas de espuma, 
y déjame que te remache sonrisas de hierro 
de esas que disipan las brumas, 
y sé que entre los males nos lloverán cristales, 
yo iré descalzo y tú desnuda, 
al son del amor del ronco tambor que toque la luna. 

Vamos a trepar a la copa de este sol de enero, 
y a hacer un nido en su ramaje, 
y allí reírnos viendo como a cada minutero 
se lo devora el oleaje, 
que cuando entre mis brazos resuenen cañonazos 
yo iré perdido entre tus dunas,
dejándolo todo, quemando los tronos donde reinen dudas. 

Y báñate en mis ojos, que se joda el mar 
que quiera mecerte a su antojo, 
si no somos nadie a nadie va a encontrar, 
y si a las heridas quiere echarles sal 
sólo va a encontrarse cerrojos 
y las cicatrices de la soledad. 

Coge resina para untarnos poco a poco el cuerpo, 
por si vuelve la ventolera. 
Y mientras tanto, entre los huecos que nos deje el tiempo, 
deja volar tu cabellera, 
que si a nuestra locura vuelven nubes oscuras 
nos cogerán frente con frente y codo con codo, 
cada vez más solos, rodeados de gente. 

Y báñate en mis ojos, que se joda el mar 
que quiera mecerte a su antojo, 
si no somos nadie a nadie va a encontrar, 
y si a las heridas quiere echarles sal 
sólo va a encontrarse cerrojos 
y las cicatrices de la soledad.


Marea - Que se joda el mar

martes, 17 de junio de 2014


El principito se fue a ver nuevamente las rosas:

-No sois en absoluto parecidas a mi rosa; no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron molestas.

-Sois bellas, pero estáis vacías -continuó-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que ella es la rosa que he regado. Puesto que ella es la rosa que puse bajo un globo. Puesto que ella es la rosa que abrigué con el biombo. Puesto que ella es la rosa cuyas orugas maté (salvo dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa a la que escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse.

Porque ella es mi rosa.

Y volvió hacia el zorro:
-Adiós -dijo.
-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa... -repitió el principito, a fin de acordarse.

Fragmento de El Principito. Capítulo XXI

martes, 3 de junio de 2014





Te llevaría donde acaba la ciudad 
Para soltar nuestro instinto animal 

Para incumplir las leyes de los hombres 

Pintándonos la cara como indios cazadores 

Te llevaría hasta el final de los océanos 
Aunque durmiéramos en nidos de los pájaros 
Subidos a los álamos sin saber nada del amor 
Solo seríamos el sitio al que llegáramos.

Donde acaba soledad te llevaría 
Y que tu mano se juntara con la mía 
Como si hubiera sido un gesto equivocado 
Como si nunca nos hubiéramos tocado.

Carlos Sadness

miércoles, 14 de mayo de 2014


Esta es la historia de cuando empecé a morir
Dejando una cáscara inerte.
De cuando mis pies parecían tocar tierra
Pero ni siquiera eran mis pies.

Dejé a un lado todas mis pasiones
Ya no sentía emoción.
Nada.

Sin apenas darme cuenta
Mis sueños se apagaron
Me perdí a mi misma
Y me encerré en mi propia jaula insonorizada.
La banda sonora de mi vida en mute.

Me aprisionaba una obsesión que no era mía
Pero me quería para si
Dejé que me consumiera el tiempo
Y,
       lo juro,
                    Morí en vida.



martes, 6 de mayo de 2014


Apenas tiemblo
Mientras salen de tu boca
Enjambres de abejas
Me escuece su veneno
Que es tu dolor

Ya no siento
Ya no soy
Y me apartas la mirada
             
      - N A D A - 




Espero que entiendas que no sé abrazar,
Agarrarme a algo
O a alguien
Sin hacerle daño.
Sin destrozarle.

Escandar Algeet